La Universidad reconoce como antecesora a la institución fundada por el general Francisco de Paula Santander, en 1827, denominada Universidad de Boyacá, aunque algunas cátedras de educación superior se desarrollaron en el Colegio de Boyacá en 1825, tales como: Medicina y Derecho Canónico. El objetivo central de la Universidad, en sus comienzos, fue el de impartir educación superior a los jóvenes del departamento de Boyacá compuesto, en ese entonces, por las provincias de Tunja, Socorro, Pamplona y Casanare (Suescún, 1997).
La restitución de conventos a los religiosos jesuitas y agustinos, en el siglo XIX genera para la Universidad de Boyacá amenazas de desaparición y reestructuraciones pedagógicas. En 1904 cuenta solamente, con las Escuelas de Derecho y Filosofía y Letras, para 1913, se suman las Facultades de Agronomía e Ingeniería Civil (Ley 47 de 1903). Estos Programas sobrevivieron hasta 1930 (Ocampo, 1978).
Posteriormente, con el Decreto orgánico el 1 de noviembre de 1872, se crearon las Escuelas Normales, en las capitales de los Estados, para formar maestros.
idóneos. Con el propósito de asesorar a estas últimas Instituciones, el gobierno contrató la primera misión alemana, dentro de la cual cabe destacar a Ernesto Hoyschick, designado para Boyacá, con el fin de organizar la Escuela de Varones de Tunja, creada en 1870. En ésta se encuentra el germen pedagógico de la UPTC (Ocampo, 1978).
En los años siguientes, se continuó con la tarea de formar maestros, con la premisa de que: “Sin maestros no hay escuelas, y sin buenos maestros no hay buenas escuelas”. Hacia 1920 se presenta una de las reformas educativas más importantes en el mundo occidental: ‘La Escuela Nueva’ y el Método de la Enseñanza Activa. En este contexto nace el ‘Curso suplementario de
especialización’, anexo a la Escuela Normal de Varones, el cual corresponde a los orígenes de la primera Facultad de Ciencias de la Educación en Colombia (Ocampo, 1978).
Del movimiento Escuela Nueva hace parte el educador Rafael Bernal Jiménez, quien, en 1926, contrató los servicios del pedagogo alemán Julius Sieber, para dirigir la Escuela Normal; mediante ordenanza de la Asamblea del Departamento. En 1929, se gestó la primera Facultad de Ciencias de la Educación en Colombia que alcanzó su reconocimiento en el gobierno de Enrique Olaya Herrera, como Facultad de Ciencias de la Educación, mediante Decreto 1379 del 5 de julio de 1931. Con esta decisión se le da carácter nacional (Parra, 2003). En 1935, la Facultad de Educación de Tunja se trasladó a Bogotá y se fusionó con la Facultad de Educación de la Universidad Nacional y la Facultad de Educación para mujeres, que funcionaba en el Instituto Pedagógico Nacional Femenino.
En 1953, mediante el Decreto 2655, firmado por el presidente Gustavo Rojas Pinilla, se creó la Universidad Pedagógica de Colombia, cuyo primer Rector fue Julius Sieber. En 1962, mediante la Ley 73, se reconoció oficialmente a la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Rafael Bernal Jiménez como rector impulsó las bases científico-pedagógicas para su funcionamiento, bajo el aforismo: “Educación, humanismo y Ciencia”.
En la década del 50, la Facultad de Ciencias de la Educación contaba con los Programas de: Ciencias Sociales, Filología e Idiomas, Matemáticas y Física, Biología y Química, y Educación y Filosofía y dio origen al Instituto Técnico Industrial “Rafael Reyes”, en la ciudad de Duitama, como preludio de la formación técnica en la Universidad.
En la década del 60, la UPTC, bajo la Rectoría del Dr. Rafael Azula Barrera, cuenta con los Programas de Agronomía, Ingeniería Metalúrgica, Ingeniería de Minas e Ingeniería de Transportes.
Mediante Decreto 3291 de 1963 se formula la reorganización y reestructuración de la Universidad. Este establece funciones específicas para cada uno de los organismos de la Institución: Consejo Superior Universitario, Consejo Académico, Rectoría, Secretarías Académica y Administrativa, Unidades Docentes y de Investigaciones, Consejos de Facultad y Comités Asesores (Ocampo, 1978). Se implementaron los estudios generales y la organización del Bienestar Universitario, con el propósito de fomentar un ambiente propicio para la Educación Superior.