Santa Clara la Real cuenta con valiosa historia plasmada en sus muros, de esto resulta esta obra, de uno de los muros del coro, donde están pintados dos querubines que según la historia y la idiosincrasia misma nos dejan ver que ellos son los custodios del amor… rememorar la historia con la que cuenta este lugar, vislumbrando una de las casonas patrimoniales más importantes de Tunja, donde podemos evocar, cultura y tradición ancestral.

Re-aprehender de los procesos de la historia y traerlos a lo contemporáneo generan nuevos discursos. Mediante esto se busca reflejar el papel que juega la mujer hoy en día, y como a pesar de los años, aún se vivencia exclusión en todos los ámbitos laborares y sociales. En este sentido retraté tres mujeres incluyéndome, donde cada una hace parte de momentos diferentes. Momentos que cuentan una memoria, evidenciando una “libertad e igualdad” que aun hoy en día no se conciben del todo. También se busca mostrar la esencia que caracteriza a cada una y le da una identidad.

Según los historiadores y analistas la independencia ha sido en su estructura, una lucha liberadora, liberadora de la patria, puesto que acaba con la esclavitud y hace un fuerte rompimiento de leyes políticas, libera al pueblo por medio de la lucha y del pensamiento. En mi obra represento una trilogía, de luchas de emancipación que, en su parte, se ha establecido un nexo con la independencia, no solo de la patria, sino de cualquier movimiento político, económico, social o cultural.

Están representados las cédulas de ciudadanía de los próceres de la independencia, personajes los cuales fueron asesinados por fusilamiento, ahorcamiento o desmembramiento, con el motivo de impartir escarmiento público en esa época, situación que sigue pasando en la actualidad con respecto al asesinato de líderes sociales y defensores de los derechos humanos.

La constitución del 91 se garantiza la libertad de conciencia, la libertad de culto, la libertad de expresar y difundir sus pensamientos y opiniones, pero cuando va en contra de los pensamientos elitistas; se les retuerce el pescuezo, se les cortan las patas, se les sacan las vísceras y se meten a la fosa; un platillo que deja el conflicto.

Los catorce lanceros y el coronel Juan José Rondón quienes a pesar de la desigualdad en la tropa, armas y estado físico lograron la victoria el 25 de julio de 1819 en el Pantano de Vargas. La convicción, el trabajo en equipo, la unidad y la gallardía de estos hombres valerosos, son representados simbólicamente a través de la línea continua, el dibujo en el espacio y algunos elementos simbólicos.

La idea de libertad como un ejercicio de tejido social necesario en una sociedad colombiana fragmentada y polarizada, que ha perdido de vista la idea de estar en autonomía consigo mismo y quien le rodea, que es expresado a través de puntadas tenues que entrelazan y generan el escudo de Colombia, Boyacá y Tunja demostrando la importancia de estos lugares en la historia y su relación con el poder en la lucha. Los rostros de los últimos legítimos presidentes reiteran la corrupción y el fracaso del gobierno, donde se puso toda la esperanza y solo queda la corrupción de su mandato.

Invita a hacer una reflexión sobre nuestro aporte con el patrimonio tanto material como inmaterial, pues todos hacemos parte de él y se está olvidando y solo se recuerda en fechas históricas. Por ello se revitalizan espacios que en muchas ocasiones están en el pasado, que no interesan y son descuidados en el pasar de los días. La palabra patrimonio no solo hace referencia a monumentos, construcciones o espacios, el patrimonio inmaterial es un legado enorme que encierra; buenas costumbres, relatos y fragmentos de cantos que se convierten en mensajes majestuosos de la verdadera independencia.

La vida en este lugar cada día es más dura, en el que se hacen grandes inversiones y se obtienen pocas ganancias; otras de las múltiples causas de esta descentralización es la constante violencia, la eterna guerra que hoy en día, después de “celebrar” el bicentenario de la independencia, se puede percibir el aura desesperanza, desolación y desentendimiento; con estas fechas que solo recuerdan lo eviterno de la desigualdad y violencia en nuestro diario vivir, y su refugio son aquellos metros de campo en medio de la ciudad.

Entre el imperio de una gloria encarcelada.
Entre una gloria que se consume a sí misma, Dejando impotente un inmarcesible desconocido.

En los años noventa paramilitares sembraron desdicha y horror en poblaciones rurales en complicidad con las fuerzas militares de nuestro país, la desaparición de personas y las masacres en los pueblos eran una sombra constante en las mentes de campesinos y provincianos de García Rovira, a Málaga Santander habían llegado comunicados de las águilas negras donde imponían toque de queda a partir de las 9 de la noche, después comenzaron una serie de apagones en todo el pueblo, producto de volar torres de energía, generando miedo en la población. Esos años fueron muy crudos y llenos de tristeza, ya que por culpa de la violencia paramilitar dos de mis amigos murieron bajo el fuego de sus armas.

Las dinámicas democráticas y política que anteceden a este país, funcionan con artimañas, porque en realidad no interesa la participación del pueblo más que para garantizar la elección de los que siempre buscan justificar su continuación en el poder, y para que esta película tenga un final aceptable o de pronto esperanzador, bastaría un milagro del Divino Niño Jesús, patrón de la fe en Colombia para que cambie radicalmente con este sufrimiento que día a día nos agobia y nos deja sin oportunidades para mejorar la cruda realidad de este país.

La esencia de vainilla, un saborizante de comidas que se extrae del fruto inmaduro de la planta Vanilla planifolia, tiene un olor dulce y una apariencia tremendamente interesante, además de un nombre llamativo que casi siempre está asociado con alimentos dulces y de agradable sabor; pero no hay que darle espacio al engaño, porque en el momento de probar esta esencia la decepción es mortal, al notar que su sabor es amargo.

Yuxtaposición, pop art y una bandera tricolor significa a su país de la independencia de Colombia. La mujer independista se llama (La Pola) Policarpa Salavarrieta se denomina la mujer evolucionista e independista se fallaba por su ley de la libertad femenina, exponer el montaje donde el museo de la independencia. (sic).

Los anhelos de libertad quedaron en solamente anhelos, pues bien sabemos que la libertad es subjetiva y tiene múltiples miradas, pero sin ir tan lejos podemos detenernos a observar lo que hace décadas acontece en nuestro territorio, lo que ha sucedido con las tierras y con los campesinos que trabajan estas tierras, la invisibilización de esta labor causada por la industrialización que ha venido a sustituir el trabajo manual y ha dejado a miles de familias desempleadas, desamparadas y sin un pan en la mesa.